Las Dos Oposiciones

La institucionalidad en Colombia está pasando por un muy mal momento. Pese a que eso es una afirmación perfectamente válida para describir la realidad nacional desde el 7 de agosto de 2022, me refiero puntualmente a los dos temas que más han ocupado tanto la agenda del gobierno nacional como titulares en medios los pasados dos meses: la constituyente y la corrupción del gobierno Petro.
No sabe uno qué es peor: si el repentino intento de reinventarse el Acuerdo de Paz con las FARC, que ya lleva siete años y medio de vigencia, como una orden inconstitucional para formar una constituyente, o si el escándalo cada día mayor de la UNGRD, que involucra desde incumplimientos de promesas de llevar agua a La Guajira, hasta una cantidad desconocida de congresistas comprados y más de un billón de pesos repartidos de manera corrupta en Santander y Antioquia. El hecho es que el ambiente político del país en el momento está ante todo deprimente y frustrante; se levanta uno todos los días sin saber con qué locuras saldrá el emperador y en qué institución ahora tampoco se podrá confiar por nuevos escándalos de corrupción…