La Cuarta Vía

¿QUIENES SOMOS?

La Cuarta Vía es un medio independiente colombiano de opinión de derecha liberal. Nos llamamos La Cuarta Vía porque no creemos que las tres ya establecidas en la política colombiana, izquierda, centro, y la derecha tradicional, sean la vía que debe tomar el país para salir del subdesarrollo.

No pretendemos ser un medio imparcial, pero no por eso somos partidarios; no solo porque ningún partido colombiano actualmente representa nuestra postura, sino porque nuestro compromiso es con las ideas del liberalismo, no con políticos y partidos que puedan ocasionalmente representarlas total o parcialmente. Es decir, aquí no aceptamos caudillos ni tenemos personajes intocables. Medimos a todos frente a la vara del respeto por la libertad.

Dentro de lo que nos une hay facetas, el liberalismo y la nueva derecha no son ideologías homogéneas, por lo que las opiniones de cada columnista reflejan la del columnista solamente, y no una línea editorial de este medio.

EQUIPO LA CUARTA VIA

Daniel Riano

Daniel Riaño

Director

Director de La Cuarta Vía. Coanfitrión del podcast de La Cuarta Vía, columnista, y encargado...

Juan David Villamil

Juan David Villamil Segura

Redactor

Coanfitrión del podcast de La Cuarta Vía y columnista. Estudia Derecho en la Universidad Externado...

¿EN QUÉ CREEMOS?

Nuestra línea editorial es liberal en el sentido clásico de la palabra. Eso significa que abogamos por un sistema que trabaje en función de permitir las libertades individuales sobre todos los demás valores políticos. Eso conlleva a un modelo de Estado eficiente y pequeño que trata de ceñirse lo más posible a simplemente proteger jurídica y físicamente los derechos a la vida, libertad y propiedad de sus ciudadanos (y sus empresas). Toda otra necesidad humana se deja resolver en la medida de lo posible por la iniciativa privada y autónoma, que es siempre regida por el mercado como juez más imparcial que cualquier ser humano.

Estas ideas de liberalismo clásico hoy son más comúnmente identificadas como libertarias, entre otras porque el término original de liberalismo fue cooptado a lo largo del siglo XX por corrientes progresistas y socialistas que abogan principalmente por la igualdad, algo que en la práctica siempre se opone radicalmente a la libertad individual, irónicamente.

Con eso dicho, esta ideología, como muchas otras, es todo menos homogénea. Existen varias corrientes de libertarismo o liberalismo, que todas comparten estos valores y visiones centrales anteriormente descritas, pero tienen diferencias en cuanto a asuntos como qué tanto se debe reducir el Estado o la legitimidad de ciertas luchas por igualdades sociales, por ejemplo.

A su vez, el libertarismo en la actualidad está casado en muchos países por conveniencia con las ideologías conservadoras y nacionalistas, unidas todas bajo la sombrilla llamada por muchos ‘nueva derecha’. Lo que le da a esta unión su adjetivo de “nueva” es que cualquiera de sus tres ramas se distancia fuertemente del corporativismo que a tantos ha cansado de partidos hoy tradicionales de derecha alrededor del mundo. La nueva derecha es, por ahora, siempre antisistema, y eso no puede darse dentro de organizaciones que hacen parte de él; por eso su llamado a ser “nueva”.

Desde la dirección de La Cuarta Vía somos liberales conservadores, y esa es la postura que más exhibimos en nuestros contenidos, pero en nuestra plataforma tienen perfecta cabida otras corrientes libertarias o de nueva derecha en general, siempre y cuando no dejen de abogar por una Colombia más libre.

¿CÓMO ASÍ QUE CONQUISTAR Y NO MENDIGAR LA LIBERTAD?

En La Cuarta Vía nos preocupa lo que pueda pasar a futuro con el liberalismo en Colombia. Es notorio que las ideas de libertad individual y económica viven actualmente un repentino salto en popularidad de la boca de personajes ahora mundialmente reconocidos como Javier Milei, pero esto es un arma de doble filo.

Nosotros creemos que eso puede representar un peligro de que el liberalismo sea cooptado de manera populista por la clase política tradicional. No sería correcto depositar nuestra confianza en políticos estatizantes que ahora buscan un espacio dentro del libertarismo aparentemente solo por conveniencia. Si alguien realmente va a representar el movimiento, debe estar convencido de lo que dice, y no haber llegado a la fiesta tarde.

Mendigar la libertad sería depender enteramente de que el establecimiento quiera adoptar nuestras ideas hasta donde y cuando le convenga, sería estar a la merced de la primera y tercer vía política. Establecer una cuarta vía, en cambio, es el desafío de llevar esas ideas a irrumpir de manera permanente y convincente en el debate público y el ecosistema político; eso es la libertad como auténtica conquista.