La Cuarta Vía es un medio independiente colombiano de opinión de nueva derecha, con una línea editorial esencialmente liberal. Nos llamamos La Cuarta Vía porque no creemos que las tres ya establecidas en la política colombiana, izquierda, centro, y ‘vieja derecha’, sean la vía que debe tomar el país para salir del subdesarrollo.
No pretendemos ser un medio imparcial, pero no por eso somos partidarios; no solo porque ningún partido colombiano actualmente representa nuestra postura, sino porque nuestro compromiso es con las ideas del liberalismo, no con políticos y partidos que puedan ocasionalmente representarlas total o parcialmente. Es decir, aquí no se siguen caudillos ni nos clasificamos como ningún tipo de ‘-istas’; si algo somos es liberales y punto.
Dentro de lo que nos une hay facetas, el liberalismo y la nueva derecha no son ideologías homogéneas, por lo que las opiniones de cada columnista reflejan la del columnista solamente, y no una línea editorial del medio
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Director de La Cuarta Vía. Coanfitrión del podcast de La Cuarta Vía, columnista, y encargado...
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Coanfitrión del podcast de La Cuarta Vía y columnista. Estudia Derecho en la Universidad Externado...
El término ‘nueva derecha’, popularizado principalmente por personas como el autor y conferencista Agustín Laje a lo largo de los últimos diez años, se refiere a movimientos políticos de derecha que se distancian de los partidos tradicionalmente entendidos como representantes de la derecha por diferencias tanto ideológicas como en las formas de hacer política.
Quienes somos de nueva derecha consideramos que muchos partidos tradicionales de esta tendencia han olvidado lo que significa ser de derecha y ya no la representan, y también nos oponemos al clientelismo característico de las entidades políticas tradicionales; de ahí que se tiende a describir a la nueva derecha como ‘antisistema’. En Latinoamérica, este movimiento se ha materializado sobre todo como una unión entre conservadores y libertarios que no se sienten representados por el espectro político de su respectivo país.
Algunos de los personajes y partidos políticos más polémicos de los últimos años que caben dentro de esto que uno llama nueva derecha son: Javier Milei, Agustín Laje, Alberto Venegas Lynch, Donald Trump, Ben Shapiro, Jordan Peterson, Giorgia Meloni, el partido VOX de España, Eduardo Verástegui, Axel Kaiser, y Juan Ramón Rallo. Nuevamente, cabe resaltar que la nueva derecha no es un movimiento homogéneo; en esa lista uno puede encontrar varias discrepancias políticas, y en La Cuarta Vía no somos seguidores incondicionales de estas personas.
En La Cuarta Vía nos preocupa lo que pueda pasar a futuro con las ideas de la libertad en Colombia. Es notorio que la derecha corporativista se ha dado cuenta que sus discursos ya no calan en los votantes y fueron derrotados hace tiempo por la centro-izquierda e izquierda radical que hoy gobierna el país. Acostumbrados al ejercicio político tradicional de perseguir los votos, han estado cambiando progresivamente su línea discursiva para asemejarse más a los líderes de nueva derecha que han triunfado en el exterior, como Javier Milei, para reinventar sus posibilidades electorales.
Nosotros creemos que eso representa un peligro para el liberalismo porque no sería correcto depositar nuestra confianza en los políticos tradicionales que ahora buscan un espacio dentro de la nueva derecha aparentemente solo por conveniencia. Si alguien realmente va a representar el movimiento, debe estar convencido de lo que dice, y no haber llegado a la fiesta tarde. No podemos olvidar que es por los fracasos en políticas públicas, pero sobre todo por la corrupción de la derecha tradicional, que hoy gobierna la extrema izquierda en Colombia.
Es por eso que no podemos permitir que la nueva derecha se contamine de la vieja, de sus maneras clientelistas de hacer política, relaciones cuestionables con la clase empresarial monopolista a cuestas de contratación pública, y hábitos corruptos en los que participa toda la ‘casta política’ tradicional, como lo diría el presidente argentino. Si en Colombia nos encaminaremos hacia la Libertad, el proceso para llegar debe ser limpio, debe ser puro.